Para los que quieren entender un poco más sobre la Terapia Cráneo-Sacral ( Discubierta por William Garner Sutherland, un pionero en la Osteopatía funcional, alumno de Andrew T. Still, el maestro que descubrió la ciencia de la Osteopatía al fin de los años 1800.
Una frase muy famosa del Osteopata W.G. Sutherland:
“Permitir a la función vital fisiológica manifestar su proprio potencial, antes que aplicar una fuerza ciega externa”.
Ahora, ¡les comparto unas líneas de la terapia cráneo sacral!
Se trata de una técnica manual, sutil y de efecto profundo para ayudar a detectar y corregir los desequilibrios del sistema cráneo-sacral que puedan ser la causa de disfunciones sensitivas, motoras o neurológicas.
La Terapia Cráneo-sacral se basa en el principio de la existencia de una pulsación rítmica sutil que emerge en los tejidos y fluidos del núcleo del cuerpo (líquido céfalo-raquídeo), que se denomina Impulso Rítmico Craneal o Movimiento Respiratorio Primario. El sistema cráneo-sacral envuelve al cerebro y la médula espinal, estos órganos son el centro del ser, sin ellos los sentidos, las emociones y las funciones motoras serían inoperantes. Así que el sistema cráneo-sacral está relacionado con la salud y el bienestar del cuerpo entero.
El ritmo del sistema cráneo-sacral se puede sentir y palpar como el ritmo cardio-vascular y respiratorio, pero de manera mucho más sutil. A diferencia de los otros ritmos, el ritmo cráneo-sacral (RCS) se puede evaluar y corregir a través de la palpación. Este impulso puede ser percibido como un movimiento respiratorio sutil en todas las estructuras que componen el sistema craneosacral (huesos craneales, pelvis, columna vertebral, sacro,…), y se transmite también a todos los órganos y tejidos corporales. La potencia y calidad con que emerge y se transmite este impulso a todo el organismo determina su estado de salud y vitalidad.
La Terapia Cráneo-Sacral se utiliza para tratar una gran variedad de problemas de salud, es una terapia tan suave y segura que es apropiada para personas de todas las edades, desde ancianos hasta niños y bebés, así como durante el embarazo y posparto, después de una operación, un accidente o en condiciones de fragilidad.
Al tratarse de una terapia global de todo el cuerpo, puede ayudar a las personas con casi cualquier condición, incrementando su vitalidad y permitiendo utilizar sus propios recursos de autocuración. Estos son, entre otros muchos, algunos de los problemas de salud más comunes de los que puede beneficiarse con la Terapia Cráneo-sacral:
Dolor de cabeza
Alteraciones de la ATM (problemas mandibulares)
Ansiedad
Dolores articulares
Problemas postparto (madre y bebé)
Esguinces cervicales
Parálisis cerebral
Dificultad en el embarazo
Trastornos de la succión y respiración en bebés
Autismo y trastornos de la conducta
Estrés y depresión
Ciáticas
Traumatismos craneales
Hiperactividad
Insomnio
Lumbago
Migrañas
Neuralgias
Parálisis facial
Problemas digestivos
Secuelas de accidentes
Sinusitis
Zumbido en los oídos
Se trata de una técnica muy suave en la que rara vez el terapeuta aplica más de 10 a 20 gramos de presión. La terapia Cráneo-Sacral utiliza como instrumento de evaluación el ritmo de este sistema fisiológico para precisamente corregir el origen de diferentes patologías. Para poder conseguir esto se requiere de un contacto muy suave y sensible más que de una mano pesada.
Un terapeuta entrenado puede percibir y testar el movimiento cráneo-sacral en cualquier parte del cuerpo. Se puede obtener así, una gran información acerca de las diferencias cualitativas que presenta el movimiento en su amplitud, rango, simetría etc.En respuesta a traumas físicos, tensiones o problemas emocionales, etc. los tejidos del cuerpo se contraen. En ocasiones, esta contracción – sobre todo si el golpe ha sido fuerte o el trauma emocional intenso – queda contenida en el cuerpo, limitando su buen funcionamiento, y creando restricciones que provocan problemas que pueden durar años. El movimiento craneosacral las refleja como áreas de congestión o restricción. Un terapeuta entrenado puede percibirlas, identificar su origen y trabajar con ellas.
El terapeuta utiliza sus manos para intentar liberar estos patrones de restricción; al hacerlo, el cuerpo del paciente tiene la oportunidad de liberar ese patrón restrictivo y encontrar una nueva forma de organizarse.
Cuando se liberan las tensiones, se libera también la energía que antes se utilizaba para mantener la restricción. Por lo tanto, uno de los beneficios de esta terapia es aumentar nuestro nivel de energía, pudiendo también producir una relajación más profunda.